129 – Principio de ‘litis abierta’: Inaplicable tratándose de documentos propiedad de terceros / ‘Open Litigation’ Principle: Does not apply when dealing with documents owned by third parties
Ciudad de México, septiembre 2017.
El Tribunal Federal de Justicia Administrativa resuelve los juicios que se presentan en contra de las resoluciones de las autoridades fiscales y administrativas de índole federal; dicho juicio se encuentra regulado por la Ley Federal de Procedimiento Administrativo y la Ley Orgánica del citado Tribunal. Una de las reglas en la tramitación del juicio, es que cuando la resolución recaída a un recurso administrativo, no satisfaga el interés jurídico del particular, y éste la controvierta en el juicio contencioso administrativo federal, se entenderá que simultáneamente impugna la resolución recurrida en la parte que continúa afectándolo, pudiendo hacer valer conceptos de impugnación no planteados en el recurso.
Esa oportunidad que tiene el particular de seguir impugnando en juicio la resolución de la autoridad federal y de plantear argumentos no expuestos en el recurso administrativo, se le conoce como “litis abierta”, figura legal que ha ido evolucionando con los criterios emitidos por el Poder Judicial de la Federación, uno de ellos fue en el sentido que tal prerrogativa no implica la oportunidad de exhibir en juicio los medios de prueba que, conforme a la ley, debió presentar en el procedimiento administrativo de origen o en el recurso administrativo respectivo para desvirtuar los hechos u omisiones advertidos por la autoridad administrativa; pues, dice la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que tal derecho no puede entenderse extendida al juicio contencioso administrativo, pues no sería jurídicamente válido declarar la nulidad de la resolución impugnada con base en el análisis de pruebas que el particular no presentó en el procedimiento de origen o en el recurso administrativo, estando obligado a ello y en posibilidad legal de hacerlo, como lo prescribe el artículo 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, al indicar que los gobernados deben conservar la documentación indispensable para demostrar el cumplimiento de las disposiciones fiscales y exhibirla cuando sea requerida por la autoridad administrativa en ejercicio de sus facultades de comprobación.
Sin embargo, el propio Poder Judicial de la Federación en reciente tesis sustenta el criterio correspondiente a que los documentos de terceros o dirigidos (por la autoridad fiscal) a éstos no forman parte de la contabilidad del contribuyente revisado, por lo que no tiene obligación de conservar esa documentación para demostrar el cumplimiento de las disposiciones fiscales. Además, al no ser de su propiedad, no está en posibilidad de exhibirla durante el procedimiento de origen o el recurso administrativo, pues se encuentra sujeto a la entrega voluntaria por parte de una persona diversa; ni siquiera puede solicitar a la autoridad fiscal que la requiera, debido a que el ejercicio de las facultades de comprobación, entre las cuales se encuentran las visitas y los requerimientos a terceros, es de carácter discrecional, por lo que un contribuyente no puede obligar a la autoridad fiscal mediante una solicitud para que ejerza tales facultades y tampoco se trata de pruebas que se encuentren a su disposición, por no existir forma legal en que pueda obtener copia autorizada de los originales o de las constancias de que se trata.
Y en la tesis cuyo rubro es: “JUICIO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO. LA REGLA GENERAL PREVISTA EN LA JURISPRUDENCIA 2a./J. 73/2013 (10a.), CONSISTENTE EN QUE NO SE PUEDEN OFRECER PRUEBAS QUE NO HAYAN SIDO EXHIBIDAS EN EL PROCEDIMIENTO DE ORIGEN O EN EL RECURSO ADMINISTRATIVO, NO ES APLICABLE TRATÁNDOSE DE DOCUMENTOS PROPIEDAD DE TERCEROS O DIRIGIDOS (POR LA AUTORIDAD FISCAL) A ÉSTOS”, el Poder Judicial de la Federación concluye que la regla general prevista en la aludida jurisprudencia no es aplicable a la documentación propiedad de terceros o dirigida (por la autoridad fiscal) a éstos, lo cual implica que los órganos jurisdiccionales del Tribunal Federal de Justicia Administrativa la deben tomar en cuenta cuando sea exhibida en el juicio contencioso administrativo, a pesar de no haber sido presentada previamente ante las autoridades administrativas.
El criterio resulta interesante, en virtud que, así como surge esa excepción al principio de “litis abierta”, indudablemente habrá una diversidad de situaciones especiales que permiten al gobernado, además de hacer valer conceptos de impugnación novedosos, ofrecer y exhibir pruebas en el juicio contencioso administrativo federal que deben ser admitidas y valoradas por el Tribunal Federal de Justicia Administrativa para resolver el caso que pone a su consideración.
Sin otro asunto en particular quedamos a sus órdenes para cualquier duda o aclaración respecto de la presente información.
Atentamente
División Legal
TLC Asociados, S.C.
Prohibida la reproducción parcial o total. Todos los derechos reservados de TLC Asociados, S.C. El contenido del presente artículo no constituye una consulta particular y por lo tanto TLC Asociados, S.C., su equipo y su autor, no asumen responsabilidad alguna de la interpretación o aplicación que el lector o destinatario le pueda dar.
Mexico City, September 2017.
The Federal Court of Administrative Justice resolves the trials that are presented against the resolutions of the fiscal and administrative authorities of federal nature; said trial is regulated by the Federal Act of Administrative Procedure and the Organizational Act of said Court. One of the rules in the course of the trial is that when the decision to an administrative remedy does not satisfy the legal interest of the individual and is controverted in the federal administrative court case, it will be understood that he simultaneously contests the decision appealed in the part that continues to affect him, being able to assert concepts of challenge not raised in the appeal.
This opportunity for the individual to continue to challenge the decision of the federal authority and to raise arguments not exposed in the administrative appeal is known as “open litigation”, a legal figure that has evolved with the criteria issued by the Federal Judicial Brach, one of them was in the sense that such prerogative does not imply the opportunity to present in trial the evidence that, according to law, should have been presented in the original administrative procedure or in the respective administrative appeal to distort the facts or omissions advised by the administrative authority; According to the Supreme Court of Justice of the Nation, that right cannot be understood as extended to the contentious administrative proceeding, since it would not be legally valid to declare the nullity of the contested decision based on the analysis of evidence that the individual did not present in the original procedure or administrative appeal, being obligated to do so and in a legal capacity to do so, as required by Article 16 of the Political Constitution of the United Mexican States, stating that the governed must keep the documentation indispensable to demonstrate compliance of the tax provisions and exhibit it when required by the administrative authority in exercise of its powers of verification.
However, the Judiciary of the Federation in its recent thesis supports the criterion corresponding to the fact that the documents of third parties or directed (by the fiscal authority) to these are not part of the accounting of the revised taxpayer, reason why it has no obligation of keep such documentation to demonstrate compliance with the tax provisions. Furthermore, since it is not its property, it is not in a position to exhibit it during the original procedure or the administrative appeal, since it is subject to voluntary surrender by a different person; it cannot even request the tax authority to request it, because the exercise of the powers of verification, among which are the visits and petitions to third parties, is of a discretionary nature, reason why a taxpayer cannot force the tax authority by means of a request to exercise such powers and nor is it evidence that is available to him, because there is no legal way in which he can obtain an authorized copy of the originals or the evidence in question.
And in the thesis titled.
“ADMINISTRATIVE LITIGATION TRIAL. THE GENERAL RULE ESTABLISHED IN THE JURISPRUDENCE 2a./J. 73/2013 (10a.), CONSISTENT IN THAT EVIDENCE THAT HAS NOT BEEN DISPLAYED IN THE ORIGINAL PROCEDURE OR IN THE ADMINISTRATIVE APPEAL CANNOT BE PROVIDED, DOES NOT APPLY TO DOCUMENTS PROPERTY OF THIRD PARTIES OR DIRECTED (BY THE TAX AUTHORITY) TO THESE”, the Federal Judicial Brach concludes that the general rule envisaged in the aforementioned jurisprudence does not apply to documentation owned by third parties or directed (by the tax authority) to them, which implies that the jurisdictional bodies of the Federal Court of Administrative Justice must take it into account when exhibited in the contentious administrative trial, despite not having been previously submitted to the administrative authorities.
The criterion is interesting, since, as this exception to the principle of “open litigation” arises, there will undoubtedly be a variety of special situations that allow the governed, in addition to asserting novel concepts of impugnation, offer and display evidence at federal contentious administrative trial that must be admitted and valued by the Federal Court of Administrative Justice to resolve the case that it puts to its consideration.
Without anything else at this moment, do not hesitate to contact us.
Sincerely,
Legal Division
TLC Asociados, S.C.
tlcnegocios@www.tlcasociados.com.mx
Partial or total reproduction is prohibited. All rights reserved to TLC Asociados, S.C. The content of this article is not a private consultation, therefore, TLC Asociados, S.C., and its team and author, are not responsible for any interpretation or use that the reader or recipient could give to it.
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El Tribunal Federal de Justicia Administrativa resuelve los juicios que se presentan en contra de las resoluciones de las autoridades fiscales y administrativas de índole federal; dicho juicio se encuentra regulado por la Ley Federal de Procedimiento Administrativo y la Ley Orgánica del citado Tribunal. Una de las reglas en la tramitación del juicio, es que cuando la resolución recaída a un recurso administrativo, no satisfaga el interés jurídico del particular, y éste la controvierta en el juicio contencioso administrativo federal, se entenderá que simultáneamente impugna la resolución recurrida en la parte que continúa afectándolo, pudiendo hacer valer conceptos de impugnación no planteados en el recurso.
Esa oportunidad que tiene el particular de seguir impugnando en juicio la resolución de la autoridad federal y de plantear argumentos no expuestos en el recurso administrativo, se le conoce como “litis abierta”, figura legal que ha ido evolucionando con los criterios emitidos por el Poder Judicial de la Federación, uno de ellos fue en el sentido que tal prerrogativa no implica la oportunidad de exhibir en juicio los medios de prueba que, conforme a la ley, debió presentar en el procedimiento administrativo de origen o en el recurso administrativo respectivo para desvirtuar los hechos u omisiones advertidos por la autoridad administrativa; pues, dice la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que tal derecho no puede entenderse extendida al juicio contencioso administrativo, pues no sería jurídicamente válido declarar la nulidad de la resolución impugnada con base en el análisis de pruebas que el particular no presentó en el procedimiento de origen o en el recurso administrativo, estando obligado a ello y en posibilidad legal de hacerlo, como lo prescribe el artículo 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, al indicar que los gobernados deben conservar la documentación indispensable para demostrar el cumplimiento de las disposiciones fiscales y exhibirla cuando sea requerida por la autoridad administrativa en ejercicio de sus facultades de comprobación.
Sin embargo, el propio Poder Judicial de la Federación en reciente tesis sustenta el criterio correspondiente a que los documentos de terceros o dirigidos (por la autoridad fiscal) a éstos no forman parte de la contabilidad del contribuyente revisado, por lo que no tiene obligación de conservar esa documentación para demostrar el cumplimiento de las disposiciones fiscales. Además, al no ser de su propiedad, no está en posibilidad de exhibirla durante el procedimiento de origen o el recurso administrativo, pues se encuentra sujeto a la entrega voluntaria por parte de una persona diversa; ni siquiera puede solicitar a la autoridad fiscal que la requiera, debido a que el ejercicio de las facultades de comprobación, entre las cuales se encuentran las visitas y los requerimientos a terceros, es de carácter discrecional, por lo que un contribuyente no puede obligar a la autoridad fiscal mediante una solicitud para que ejerza tales facultades y tampoco se trata de pruebas que se encuentren a su disposición, por no existir forma legal en que pueda obtener copia autorizada de los originales o de las constancias de que se trata.
Y en la tesis cuyo rubro es: “JUICIO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO. LA REGLA GENERAL PREVISTA EN LA JURISPRUDENCIA 2a./J. 73/2013 (10a.), CONSISTENTE EN QUE NO SE PUEDEN OFRECER PRUEBAS QUE NO HAYAN SIDO EXHIBIDAS EN EL PROCEDIMIENTO DE ORIGEN O EN EL RECURSO ADMINISTRATIVO, NO ES APLICABLE TRATÁNDOSE DE DOCUMENTOS PROPIEDAD DE TERCEROS O DIRIGIDOS (POR LA AUTORIDAD FISCAL) A ÉSTOS”, el Poder Judicial de la Federación concluye que la regla general prevista en la aludida jurisprudencia no es aplicable a la documentación propiedad de terceros o dirigida (por la autoridad fiscal) a éstos, lo cual implica que los órganos jurisdiccionales del Tribunal Federal de Justicia Administrativa la deben tomar en cuenta cuando sea exhibida en el juicio contencioso administrativo, a pesar de no haber sido presentada previamente ante las autoridades administrativas.
El criterio resulta interesante, en virtud que, así como surge esa excepción al principio de “litis abierta”, indudablemente habrá una diversidad de situaciones especiales que permiten al gobernado, además de hacer valer conceptos de impugnación novedosos, ofrecer y exhibir pruebas en el juicio contencioso administrativo federal que deben ser admitidas y valoradas por el Tribunal Federal de Justicia Administrativa para resolver el caso que pone a su consideración.
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This opportunity for the individual to continue to challenge the decision of the federal authority and to raise arguments not exposed in the administrative appeal is known as “open litigation”, a legal figure that has evolved with the criteria issued by the Federal Judicial Brach, one of them was in the sense that such prerogative does not imply the opportunity to present in trial the evidence that, according to law, should have been presented in the original administrative procedure or in the respective administrative appeal to distort the facts or omissions advised by the administrative authority; According to the Supreme Court of Justice of the Nation, that right cannot be understood as extended to the contentious administrative proceeding, since it would not be legally valid to declare the nullity of the contested decision based on the analysis of evidence that the individual did not present in the original procedure or administrative appeal, being obligated to do so and in a legal capacity to do so, as required by Article 16 of the Political Constitution of the United Mexican States, stating that the governed must keep the documentation indispensable to demonstrate compliance of the tax provisions and exhibit it when required by the administrative authority in exercise of its powers of verification.
However, the Judiciary of the Federation in its recent thesis supports the criterion corresponding to the fact that the documents of third parties or directed (by the fiscal authority) to these are not part of the accounting of the revised taxpayer, reason why it has no obligation of keep such documentation to demonstrate compliance with the tax provisions. Furthermore, since it is not its property, it is not in a position to exhibit it during the original procedure or the administrative appeal, since it is subject to voluntary surrender by a different person; it cannot even request the tax authority to request it, because the exercise of the powers of verification, among which are the visits and petitions to third parties, is of a discretionary nature, reason why a taxpayer cannot force the tax authority by means of a request to exercise such powers and nor is it evidence that is available to him, because there is no legal way in which he can obtain an authorized copy of the originals or the evidence in question.
And in the thesis titled.
“ADMINISTRATIVE LITIGATION TRIAL. THE GENERAL RULE ESTABLISHED IN THE JURISPRUDENCE 2a./J. 73/2013 (10a.), CONSISTENT IN THAT EVIDENCE THAT HAS NOT BEEN DISPLAYED IN THE ORIGINAL PROCEDURE OR IN THE ADMINISTRATIVE APPEAL CANNOT BE PROVIDED, DOES NOT APPLY TO DOCUMENTS PROPERTY OF THIRD PARTIES OR DIRECTED (BY THE TAX AUTHORITY) TO THESE”, the Federal Judicial Brach concludes that the general rule envisaged in the aforementioned jurisprudence does not apply to documentation owned by third parties or directed (by the tax authority) to them, which implies that the jurisdictional bodies of the Federal Court of Administrative Justice must take it into account when exhibited in the contentious administrative trial, despite not having been previously submitted to the administrative authorities.
The criterion is interesting, since, as this exception to the principle of “open litigation” arises, there will undoubtedly be a variety of special situations that allow the governed, in addition to asserting novel concepts of impugnation, offer and display evidence at federal contentious administrative trial that must be admitted and valued by the Federal Court of Administrative Justice to resolve the case that it puts to its consideration.
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